Origen de Congelados Tauro S.L.
Congelados Tauro nació en 1993, aquí en La Matanza de Acentejo, en Tenerife. Empezamos con poco, como muchos pequeños negocios. Un local sencillo, muchas ganas, y el convencimiento de que podíamos ofrecer productos congelados de calidad, a buen precio, y con trato de persona a persona.
Hoy quiero contarte algo que va más allá de números, mercancía y cajas de productos congelados. Quiero contarte la historia de Congelados Tauro S.L., una empresa pequeña, sí, pero con alma grande. Esta es nuestra historia.
Todo empezó en 1993, cuando dos socios decidieron dar un paso valiente. En aquella época, ya teníamos experiencia en el sector alimentario, y veíamos una necesidad clara en nuestra isla: ofrecer productos congelados de calidad, accesibles, y con un trato cercano, como el de antes. Así nació Congelados Tauro.
Nos establecimos en La Matanza de Acentejo, en el norte de Tenerife, en un local modesto de la Carretera General, enfrente del Ayuntamiento. No éramos muchos: apenas tres personas al principio —los que hacíamos de todo, desde cargar cajas hasta atender a los clientes. Y lo digo sin vergüenza: muchas veces me tocaba repartir pedidos en mi propio coche, con el maletero lleno de hielo seco.
Nuestro fuerte siempre ha sido el producto: carnes, pescados y mariscos congelados, seleccionados con rigor. No traemos cualquier cosa. Elegimos con cuidado a nuestros proveedores, tanto nacionales como internacionales. Y si algo no nos convence, no lo vendemos. Así de sencillo.
A lo largo de los años, nos hemos mantenido fieles a nuestros valores:
Honestidad con el cliente.
Calidad por encima de cantidad.
Trato cercano, porque aquí los clientes no son “números de pedido”, son vecinos, familias, restaurantes que confían en nosotros.
Nunca aspiramos a ser los más grandes, pero sí los más fiables. Y creo que eso nos ha permitido mantenernos a flote durante más de 30 años, incluso en momentos difíciles: la crisis de 2008, la pandemia, y los vaivenes del transporte marítimo. Siempre salimos adelante, con esfuerzo y mucha humildad.
Puede que no impresione a los gigantes del sector, pero para nosotros Congelados Tauro representa mucho más que dinero: es el fruto de hacer bien las cosas durante décadas. Es el reflejo de una comunidad que nos apoya y a la que seguimos sirviendo con las mismas ganas del primer día.
No tenemos departamentos de marketing, ni redes sociales llamativas, pero tenemos algo mejor: reputación. Y eso se gana, no se compra.
Mirando al futuro, mi sueño es que Congelados Tauro siga siendo lo que siempre ha sido: una empresa canaria, honesta y útil. Tal vez algún día pasemos el testigo a una nueva generación, pero si algo tengo claro es que siempre mantendremos el espíritu original: trabajar con dignidad y dar lo mejor, sin importar el tamaño.
Gracias por leernos. Y si alguna vez pasas por La Matanza, acércate. Estaremos encantados de saludarte y ofrecerte un buen pescado.
Un abrazo,
José Fernando Salcedo Dorta
Administrador de Congelados Tauro S.L.